A la hora de seguir una rutina de ejercicios para estar más sanos y conseguir nuestro objetivo, ya sea adelgazar, ganar en fuerza, en resistencia, etc… no podemos centrarnos solo en un tipo de ejercicios. Y es que hay sobre todo dos categorías importantes, los aeróbicos, que tienen que ver con ganar mayor resistencia, es decir, con aguantar más haciendo ejercicio, y los anaeróbicos, que tienen que ver con ganar en fuerza y tonificar todo el cuerpo. Combinar los dos es la mejor alternativa, porque unos sin los otros no van a servir de mucho.
Y es que los ejercicios anaeróbicos pueden ser muy importantes para aquellos que quieran tonificar después de adelgazar, o para los que quieran marcar abdominales, o tener unos glúteos perfectos, pero para realizarlos bien, con series de muchas repeticiones y demás, debemos estar en buena forma. Y para conseguir esa buena forma, lo primero es coger más resistencia, a través de los ejercicios aeróbicos como la bicicleta estática, la cinta, el running o el spinning.
Descubre los beneficios del ejercicio aeróbico
Este tipo de ejercicios, que pueden ser llevados a cabo prácticamente en cualquier lugar (de hecho muchos utilizan la propia calle para correr o salir con la bici) son una forma magnífica de empezar a coger la forma para perder peso, o para entrenarnos de cara a algún evento deportivo. De hecho, lo más habitual es que incluso los profesionales que realizan ejercicios anaeróbicos con asiduidad calienten antes con un poco de ejercicio aeróbico como correr en cinta. Su principal beneficio es conseguir que nuestro cuerpo vaya cogiendo forma y se acostumbre al propio ejercicio, ganando así en resistencia. La mayoría de ellos involucran además a todo el organismo, así que son muy completos.
Consejos a la hora de practicar estas rutinas de entrenamiento
En la mayoría de casos se recomienda practicar estos ejercicios antes de llevar a cabo las rutinas anaeróbicas como las pesas, los abdominales, etc… Si no estamos en forma, lo primero que debemos hacer es conseguir un poco de resistencia gracias a estos ejercicios aeróbicos, entrenando primero de manera más suave y subiendo el ritmo poco a poco, para ir acostumbrando al cuerpo, que de por sí ya nos pedirá mucho más. Es bueno realizar también ejercicios de estiramientos antes y después de terminar con los aeróbicos, porque puede pasar que nuestros músculos queden algo agarrotados, a pesar de que estos ejercicios no suelen tener demasiada intensidad. El conseguir mayor resistencia debe ser nuestro principal objetivo.
Caminar a buen ritmo: el mejor ejercicio para iniciarse
Incluso las personas que no están en buena forma pueden realizar este ejercicio aeróbico tan sencillo. De hecho, los expertos recomiendan caminar al menos media hora cada día a buen ritmo para mantener nuestra salud, ya que de lo contrario, seguramente nuestros músculos y huesos se resentirían con la edad. Es tan fácil como salir a caminar, con música o escuchando algún podcast, por ejemplo, para que todo se haga mucho más amena. Podemos optar también por ir a los sitios cercanos siempre andando, como a la compra, al médico, a clases, etc… El caminar siempre ayuda porque nos mantiene en movimiento, y con una buena costumbre de caminatas a un ritmo rápido iremos ganando poco a poco más resistencia y también más confianza.
Correr a ritmo moderado: muy bueno para trabajar la resistencia
Sería el siguiente paso natural a la caminata, empezar a correr, primero trotando poco a poco, dentro de las propias salidas para andar, hasta que seamos capaces de pasar al menos veinte o treinta minutos corriendo, eso sí, siempre a un ritmo moderado. No estamos corriendo una carrera de cien metros, sino una carrera de medio fondo, por ejemplo. Conforme vayamos corriendo más y mejor podremos aumentar la distancia, el tiempo o la intensidad, aunque como decimos, lo que ayuda a mejorar la resistencia es siempre correr a un ritmo moderado, sin esprintar, sino simplemente mantenernos en carrera durante todo el tiempo que podamos.
Natación: mejora el estado de ánimo y reduce el estrés
Siempre se ha dicho que la natación es el deporte más completo que hay, porque hace trabajar a todo el cuerpo, y no solo requiere de velocidad o resistencia, sino también de mucha fuerza. Y es que estamos en un entorno en el que no solemos movernos, el agua, y tenemos que conseguir que todo nuestro cuerpo se mueva a través de ese elemento para no hundirnos en él. Evidentemente, nuestra intención no será competir, pero es cierto que realizando unos cuantos largos cada día, aumentando paulatinamente el ritmo conforme vayamos completando pasos, lograremos estar un buen rato en la piscina y ganaremos muchísima fuerza y resistencia para realizar otros ejercicios, tanto aeróbicos como anaeróbicos. Recomendable también para aquellas personas con estrés o problemas de espalda.