La natación tiene la buena fama de ser considerado el deporte más completo. Ya sea en verano o en invierno, es piscinas cubiertas o al aire libre, ya seamos jóvenes, adultos o ancianos, los beneficios de la natación en las personas de cualquier edad son muchos y están muy acreditados.
Nadar es un ejercicio aeróbico que, en su ejecución, recluta a dos de cada tres de todos los músculos del cuerpo. Fortalece la resistencia, mejora la flexibilidad, aumenta la fuerza muscular, el riesgo de sufrir lesiones es bastante bajo comparado con cualquier otra práctica deportiva y los beneficios de practicarla se notarán en nuestro físico a medio y largo plazo.
A lo largo de la historia, la natación ha jugado un papel muy importante en el desarrollo físico de los humanos. Tanto en la antigua Grecia como en Roma, este deporte formaba parte del entrenamiento militar.
A finales del siglo XVII la natación se instituyó como deporte de competición. En 1837 se creó en Gran Bretaña la National Swimming Society. A partir de ese momento la natación quedó sujeta a reglas y disciplinas deportivas y su práctica se extendió por todo el mundo.
Retrasa el envejecimiento
Entre otros beneficios, la natación mejora la capacidad motriz y la memoria. Practicar este deporte con frecuencia retrasará los problemas de movilidad que se presentan con la edad, potencia la flexibilidad de las articulaciones y fortalece los huesos.
La natación aumenta el grosor de los huesos, mejora la movilidad y la elasticidad y amplía el arco del movimiento. Son conocidos sus efectos para mitigar o reducir el dolor de espalda.
Aporta mayor resistencia pulmonar y muscular
Nadar expande nuestra capacidad pulmonar, permite que el cerebro se oxigene mejor y que, en general, el sistema cardiorrespiratorio funcione como un reloj suizo.
La natación mejora alrededor del 10% el consumo de oxígeno y ello hace que el corazón impulse sangre otro 18% más.
Reduce el estrés
Nadar relaja. Mientras estamos haciendo largos en la piscina, nuestros músculos realizan un gran esfuerzo y se tensan. Al salir del agua, todos esos músculos hasta entonces tensados se relajan y descansan. Entonces sentimos una agradable sensación de cuerpo ligero y de bienestar general. Media hora de natación a ritmo alto consume las mismas calorías que perderíamos al correr una distancia de 10 kilómetros.
Ayuda a quemar grasas
Meternos en el agua y desplegar nuestros brazos y piernas, controlar la respiración y concentrarnos en impulsar nuestro cuerpo es una extraordinaria manera de reducir calorías y quemar grasa. Con la natación nuestras extremidades hacen un mayor esfuerzo y consumen mayor energía.
Posee beneficios psicológicos, neuronales y cognitivos
Cuando estamos sumergidos en el agua y nuestros sentidos están concentrados en la respiración, de forma automática el cuerpo tiende a relajarse y a reducir el estrés y los síntomas de depresión.
Con cualquier práctica deportiva nuestro cuerpo libera endorfinas y produce en nuestro organismo una sensación de bienestar.
Los ejercicios de respiración hacen que nuestra capacidad de atención se agudice, oxigena el cerebro y hace que nuestro tiempo de reacción sea más rápido.
Mientras nadamos, se activan los hemisferios cerebrales y los lóbulos del cerebro, se producen enlaces neuronales y la función cerebral se reactiva.
El ejercicio aeróbico como el que hallamos en la natación no solo reporta beneficios para nuestro cuerpo, sino que mejora la función cerebral y repara neuronas dañadas.
Algunos estudios científicos han hecho hincapié que nadar mejora la función cognitiva, estimula la memoria, mejora el ánimo, la lucidez mental y la capacidad de concentración.
La inmersión de nuestro cuerpo en el agua dispara el flujo de sangre en el cerebro, particularmente en aquellos nadadores que metieron su cuerpo bajo el agua hasta la altura del corazón.
En el aspecto anímico, la natación libera neurotrofinas en el cerebro que son las responsables de mantener a raya el estrés y la ansiedad y mejorar el estado del ánimo.
En un estudio del año 2007 se concluyó que las ratas deprimidas a las que se sometió a una prueba de natación eran después menos propensas a la depresión después de 30 días.
Otra prueba de las ventajas de la natación tiene que ver con la memoria, ya que mejora las habilidades motoras gruesas y produce una mejora en el aprendizaje. Ayuda a combatir algunas enfermedades como el asma, el colesterol o la diabetes ven reducidos sus efectos y, en el caso de la diabetes, se reducen en sangre los niveles de insulina.
Aprende a respirar mientras nadas
Tener buena técnica respiratoria mientras nadamos es algo fundamental para mejorar el rendimiento durante los ejercicios, además de prevenir la sensación de fatiga y aligerar las tensiones musculares.
Según el tipo el estilo de natación, las técnicas varían, pero todos buscan que la respiración sea suave y relajada ya que ello ahorramos energía.
En crol, la forma correcta de respirar es la bilateral. El nadador deberá cambiar el lado por el que respira tras un ciclo de 3 a 5 brazadas. Los beneficios de esta técnica hacen que se libere tensión en la zona de los hombros, mejora el equilibro del cuerpo y contribuye a un menor desgaste de fuerzas, además de controlar la visión de ambos lados.
En el estilo mariposa, el atleta debe respirar al frente, manteniendo la cabeza lo más alto que pueda. Tomará el aire al sacar la cabeza y lo expulsará cuando vuelva a sumergirse en el agua.
En estilo espalda la respiración es mucho más sencilla, pero no hay que confiarse ya que podemos tragar agua. Debemos inspirar aire cuando el brazo cruce la vertical de la cabeza.
En natación el aire se toma por la boca y se expulsa por la nariz, ya que ello nos permite tener una respiración bajo control, el oxígeno permanece más tiempo en nuestros pulmones y alejamos la sensación de ahogo.
Los niños que aprenden a nadar a edades tempranas son más proclives a alcanzar metas más ambiciosas que los que no lo hacen. El nadador infantil desarrolla habilidades para cortar papel, colorear o dibujar líneas y formas y tareas relacionadas con las matemáticas.